28 de septiembre de 2011

Taxis 100% eléctricos en el DF



La Ciudad de México es la primera en el mundo ¡en tener taxis eléctricos! Esta mañana, después de saludar a mis antiguos compañeros de “fuente”, atestigüé la entrega de los primeros tres de 100 Nissan Leaf que forman parte de este proyecto piloto, así como la inauguración de la primera estación de recarga eléctrica en el Centro Histórico, atrás de Catedral, que por cierto tiene paneles solares (lo que se aprecia en la foto no es un simple "techito").



Estas nuevas unidades no tienen escape, pues son 100% eléctricas, y evitarán cada una la emisión de 14.7 toneladas de bióxido de carbono equivalente al año, según informó el coordinador de uso eficiente de energía del gobierno capitalino, Jaime Arceo, quien destacó que de seguir las tendencias actuales el uso de combustibles subiría un 44.5% en 2020 respecto a 2010.



El presidente de Nissan Mexicana José Muñoz enfatizó que el costo de la electricidad es de 23 centavos por kilómetro, lo cual representa un rendimiento equivalente a 42 km por litro de gasolina. Aseguró que el 90% de estos autos es reciclado y reciclable, y dijo que su empresa lanzará otros siete modelos eléctricos de aquí a 2016, incluyendo uno ligero y uno de lujo.

La administración local prevé la instalación de mil estaciones de recarga eléctrica en la ciudad durante los próximos cinco años, y para ello existe una colaboración entre la Comisión Federal de Electricidad y General Electric, cuya presidenta Gabriela Hernández Cardoso mencionó una inversión de 10 mil millones de dólares en lo que llaman “Eco-imagination”.






















Sí, se trata de los nuevos negocios, los que toman en cuenta el medio ambiente y la sustentabilidad. Y de convenios entre empresas privadas y gobiernos que no le van a gustar a todo mundo. Pero ese es el futuro. Y en ello, ciertamente, la Ciudad de México va a la vanguardia… aunque muchos digan que eso responde a las aspiraciones presidenciales de Marcelo Ebrard, a quien vi saludando muy ufano a los vecinos de la calle de Guatemala, antes de salir manejando él mismo la primera unidad.

8 de septiembre de 2011

Réquiem por un ciclista

Desde la pausa que hice en el diarismo hace unos meses había tenido cuidado en limitar el estrés mediante la dosificación cuidadosa de mi monitoreo de noticias... pero ayer, a lo largo de todo el día y mientras editaba un video, estuve leyendo, escuchando y viéndolas en televisión.

Así fue como me enteré del atropellamiento de un ciclista en un cruce de calles en Vallejo, por parte de un conductor que no respetó las señales de tránsito. Vi la llanta delantera torcida, y el cuerpo del hombre tendido en el piso, cubierto con una sábana. Las imágenes con las que yo hubiera tenido que trabajar si estuviera cubriendo el suceso. Algo parecido a lo que vi la primera vez, que siendo niña, vi un muerto "en vivo".

Casi a las 3 de la mañana mi computadora se negó a seguir trabajando y entonces me fui a dormir. Y tan pronto desperté, busqué la información... y nada. Así que no tengo más detalles. Pero más que los comentarios del denostado Ángel Verdugo, quien con "ironía" llamó a aplastar a los ciclistas, que según él somos extremadamente soberbios y "una plaga" en la ciudad, recordé la discusión que tuve hace poco con un taxista que me llevó al Centro.

Despotricaba el conductor contra el Jefe de Gobierno y sus preferencias no sólo urbanísticas, sino supuestamente sexuales, el Metrobús, el Segundo Piso... y por supuesto, su promoción al ciclismo urbano. "¡Que se vayan por los carriles confinados!", decía el señor del volante, ante lo cual no pude, por más que intenté, quedarme callada.

Existe un debate entre mis amigos ciclistas: ¿quiénes son más bestias, los taxistas o los conductores de peseros? La mayoría opina que los peores son los taxistas, especialmente por la forma en que se te cierran a toda velocidad para detenerse en seguida a "cargar pasaje"... por supuesto no sólo faltando al reglamento de tránsito... sino sin darse cuenta de que, además de que nuestro modo de transporte represente una economía tanto en las emisiones de carbono como en los espacios para el tránsito vehicular, ¡NO TRAEMOS CARROCERÍA!

Ojalá la noticia de esta muerte y la perspectiva de su importancia no se perdiera, como muchas, como casi todas... después de su fugaz difusión.