2 de junio de 2015

Un millennial diferente...

Anoche hablé con Pedro KUMAMOTO, este ratoncito de biblioteca de 25 años recién egresado de la carrera de gestión cultural en el ITESO, el único candidato independiente al Congreso de Jalisco.


Un chico sonriente que a diferencia de otros "millennials" no simplemente se ha alejado de los partidos políticos actuales -que tendría razones para rechazar- sino que está haciendo algo distinto.


-Mi bisabuelo llegó de Japón al terminar la Segunda Guerra mundial, pero murió cuando mi abuelo aún era niño, por eso no se preservó el idioma-, me confesó tras yo iniciar la charla preguntándole por su herencia Nikkei.


Como otros muchos migrantes de aquel país, el señor Kumamoto se estableció en Chiapas, en una zona cafetalera, y se casó con una indígena Tzotzil.


Ahí creció el abuelo de Pedro, quien supo sobreponerse a las adversidades y mediante el trabajo duro, primero en una tienda de abarrotes, logró reunir dinero para hacerse de un rancho porcícola, al que tiempo después atacó una epidemia.


-Eso es lo que tengo de herencia nipona: el sobreponerse, el trabajar, como esos migrantes que llegaron a un país distinto-, me dijo Pedro con vehemencia.


Imaginé el frío, la carencia. Imaginé cómo podrían haberse sentido esos japoneses que salieron al exilio, tras perder la guerra, sin dinero, sin pertenencias y sin hablar el idioma de la nueva tierra.


Imaginé la sonrisa en los ojos del bisabuelo al cortejar a esa indígena. Porque así ríe Pedro: con los ojos.