28 de abril de 2017

MoMa Nueva York


En cada viaje a Nueva York visito museos diferentes: el MET (Metropolitan), el Guggenheim, Museum of Sex, etc., y esta vez quise ir al MoMa, al de Manhattan.  Iletrada en las tradiciones de los Padres Fundadores de EU programé el viaje con consigna de "pase lo que pase" para un viernes... que era el desfile de San Patricio! Me di cuenta en el Uber, digamos que una hora después de haber salido de Brooklyn (que está a pocos kilómetros), y claro, me salió carísimo. 
Y luego, súper hambrienta al terminar la visita, vi el cafecito que tienen a espaldas de una auténtica pintura de sopa Campbell de  AndyWarhol en gran formato en el quinto piso, no tuve más remedio que meterme a comer, y tomarme dos cervezas con la comida para perdonarme el gasto.
¡Pero valió la pena! Se me erizó la piel frente al colorido paraíso de Gaugin, al ver en vivo las formas que veía Picasso,  a la gitana de Rousseau! Además, hay cosas como un auténtico Pollock de pared entera en blancos, clásicos del videoarte, y un hermoso auto deportivo Jaguar como muestra de diseño.
Henri Rousseau: La Gitana Dormida
Cierto que los museos pueden ser sobrecogedores, pero si mantienes la calma verás a otros seres humanos intensamente conmovidos como tú, y podrás comulgar con ellos en silencio.
Claude Monet: Water Lillies
Parte de lo conmovedor en esta ocasión fue contemplar obras de artistas de países musulmanes cuya entrada estaba prohibida por una orden ejecutiva del presidente Trump, exhibidos ostensiblemente para desafiar su racismo.

Después de resolver este auténtico pendiente de mi corazón, me consentí con un auto-tour de arquitectura que fue más allá del Empire State y la estatua de la Libertad.
Pero de eso les cuento en un próximo capítulo. ;)


1 comentario:

Miguel Cámara dijo...

Hola, Gabriela.

Me encantaría ver la manera de tener contacto contigo para una investigación universitaria. Espero tener éxito.

Saludos,

Miguel Cámara